Defendamos la ciudad

“Si queremos que funcionen las oportunidades para todos, será necesario que se anuncie un concurso público”. El Presidente Piñera anunció que, desde el punto urbano, se mejorará el barrio cívico de Santiago y que para ello se utilizarán US$160 millones que saldrán de la caja fiscal. Este representativo sector de la ciudad, que tiene una altura limitada, es obra del urbanista austríaco Karl Brünner, contratado hace unos 83 años por el Gobierno del Presidente Carlos Ibáñez para ordenar el desarrollo de la zona conformada por la calle Agustinas, entre Teatinos y Morandé, continuando por la Av. Bulnes hasta el parque Almagro. La arquitectura fue definida por el profesional chileno Carlos Vera, quien propuso que al final de la proyectada explanada debía estar el Congreso Nacional, idea que no prosperó. La mayoría de los edificios que componen el Barrio Cívico fueron construidos entre los años 1937 y 1950, regulados por una normativa del Ministerio del Interior que estableció sus condiciones de diseño, conformando un espacio unitario, a través de la continuidad de sus volúmenes y la composición de las fachadas. Conscientes del valor histórico del sector, el 23 de diciembre de 2003 nuestra fundación le propuso al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y a Joaquín Lavín, entonces alcalde de Santiago, que se protegiera este barrio para realzar la institucionalidad del Estado. Como nuestra solicitud de proteger la memoria histórica no avanzaba con la prontitud requerida, reprochando la burocracia imperante decíamos públicamente a fines del 2006: “…Lamentamos que el gobierno no haya tomado la iniciativa de celebrar en forma este acontecimiento que dignifica al sector patrimonial arquitectónico más relevante del país. Tenemos la impresión que las autoridades sectoriales han tramitado esta declaratoria poco menos que obligadas….”. Dicho CMN, con la firma del DS Nº 462 de la entonces ministra de Educación, declaró como Zona Típica o Pintoresca dicho Barrio Cívico que abarca 30 hectáreas, conforme al proyecto elaborado por la Dirección de Obras de la Municipalidad de Santiago en conjunto con la Dirección de Arquitectura del MOP. Lo anterior significa que el plan de remodelación ad portas, de acuerdo al artículo 30º de la Ley Nº 17.288, deberá contar con la aprobación del CMN y si queremos que funcionen las oportunidades para todos, será necesario que se anuncie un concurso público para que los especialistas propongan sus proyectos. En todo caso, nos ha llamado la atención que el Mandatario no haya anunciado hasta ahora inversiones públicas para mejorar, desde el punto de vista patrimonial, las ciudades más importantes de las otras 14 regiones del país, lo cual es indicativo del afán centralizador de aquellos que ejercen el poder político de la nación.